viernes, 25 de diciembre de 2009

Ella.

Ella, impasible, estaba postrada sobre la verde hierba. Sus cabellos negros se desparramaban a su alrededor rodeando su blanca tez; sus ojos, vacíos, miraban hacia el infinito sin ver nada; sus labios, pétalos rojos antaño, estaban deslucidos en una sonrisa inerte; su cuerpo, roto como el e una vieja muñeca, se inclinaba hacia el lado contrario al de su cabeza. De su cuello pendía un collar de sangre chorreante que se deslizaba desde su clavícula hasta sus hombros. La contemplé unos instantes antes de comenzar a desnudarla lentamente. Me gustaba sentir el roce de su piel muerta contra la mía. Me encantaba oler su sangre, aún fresca. Ver cómo parecía todavía viva. Me excitaba la visión de sus senos inmóviles; el no oír su corazón latir.

Amaba haberla matado.



martes, 27 de octubre de 2009

Lorena.

A Lorena le encanta pasear por las tardes de verano en minifalda.
Cruza sin cesar multitud de pasos de cebra sólo para que la gente le mire, después se mete en el baño de un bar y se beneficia a cualquier desconocido que la ponga.
Ella es Lorena, la tentación que vive debajo, la vecina que tiende la ropa de su madre en bikini y la chavala del piercing en el ombligo.
La dulce Lorena de diecisiete años, con un historial de tíos follados más largo que el de toda su vecindad, sonríe dulcemente mientras hace el amor a Iván.

jueves, 15 de octubre de 2009

Cristina.

Cristina era una chica a la que le gustaba demasiado el cuero negro para vestir, las motos y los tatuajes en la piel. También le gustaban los piercings en la ceja y sobretodo le encantaba follarse a desconocidos en el asiento trasero de un coche al ritmo de Sum 41.
Sí, Cristina era especial.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Días Gato.

Ayer tuve un día gato. Son de esos días en los que el aire te sabe a magdalenas calientes y a pan con chocolate, en los que el aire huele a verano y que el sol -aunque sea invierno- te hace cosquillitas en la piel. Pero sobretodo, un día gato es aquel en el que sientes ganas de que te mimen...Ayer no me hubiese importado apoyar la cabeza en su regazo y dejar que me acariciase el pelo mientras veíamos la televisión o simplemente comíamos palomitas. Las palomitas son muy importantes en los días gato, pero sólo con sabor a mantequilla, de esas que haces en casa en el microondas y que saben mejor que las del cine.
En los días gato es súper importante tirarte en la cama mientras escuchas música que te hace llorar, eso es fundamental. A mí me gusta llorar rodeada de peluches abrazándome, me hacen sentir especial, con sus ojitos mirándome mientras escucho las canciones de tarde lluviosa y lloro sobre la almohada. Algunos de esos peluches sólo me acompañan en los días gato, y tienen nombre de día gato: Dolly, Lulú, Ima, Sunny, Patt... Son nombres gato para peluches especiales de día gato.
Espero que el próximo día gato haya helado de dulce de leche en la nevera, que ayer sólo había una miseria...
Sí, los días gato tienen olor a verano y sabor a dulce de leche.